La noche del pasado 1 de octubre, soldados del Ejército mexicano dispararon contra una camioneta que transportaba migrantes, resultando en la muerte inmediata de seis personas.
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) confirmó que los disparos ocurrieron en la carretera Villa Comaltitlán-Huixtla, mientras los militares realizaban “reconocimientos terrestres”.
Posteriormente, dos migrantes más fallecieron en el Hospital General de Huixtla, el número total de víctimas mortales ascendió a ocho.