En un escenario que prometía un paso firme hacia la igualdad de género en el fútbol, la Copa Mundial Femenina de Fútbol 2023, celebrada en Australia y Nueva Zelanda, ha dejado al descubierto las brechas aún existentes en la cobertura mediática y el tratamiento hacia las mujeres en el deporte. A pesar de una audiencia estimada de dos millones de personas, el entramado mediático ha demostrado su falta de compromiso y profesionalismo para erradicar la discriminación de género.